La elaboración de un vino espumoso de la variedad Alvarinho requiere una cuidadosa elección de las uvas. El mosto resultante de esta selección fermenta a temperatura controlada, obteniendo el vino base para el vino espumoso. Este vino sufre, ya en botella, una segunda fermentación. La estancia en bodega, la temperatura baja y constante durante varios meses, permite que este espumoso muestre toda la elegancia de la variedad Alvarinho. Tras esta fase de fermentación y crianza se lleva a cabo el “degorgement”, operación que permite la eliminación de las levaduras en botella y la sustitución de la cápsula metálica temporal por el tapón definitivo propio del vino espumoso.
Tiene un color amarillo citrino, burbuja fina y persistente. El aroma revela el fruto de la variedad Alvarinho, denotando un buen equilibrio entre acidez y alcohol. El sabor tiene persistencia y complejidad.
